lunes, 20 de agosto de 2012

FUTBOL EN EL CIELO (Segunda parte)

Don Guillermo Alvarez Macías

     Bajo el intenso sol primaveral sobre la cancha del nuevo estadio del Sector México Nuevo, Don Guillermo Alvarez Macías realiza las revisiones de las instalaciones todas y van quedando a satisfacción, según lo comenta Don Jaime de Haro, que es el encargado del estadio y cuyo trabajo es de primera, como que fue por muchos años el gran jefe del Estadio Azteca y éste no lo es menos, aunque están aún con el dilema del bautizo, no saben qué nombre ponerle al inmueble, sin que eso incomode a alguien, porque acá arriba las suceptibilidades se manejan con pinzas. Sin embargo, ahora mismo que vemos al patrón azul en preparativos a los grandes acontecimientos de futbol que ya vienen, también se le advierte un dejo de preocupación y mire que es raro verlo así. Alvarez representa una fábrica de ideas silenciosas.

      Eso es tarea de los comunicadores, claro. Allí van todos.

    “No es precisamente un detalle que moleste, pero sí inquieta. Yo había pensado en Nacho Trélles, ahora que ha podido venir con permiso especial pero también había pensado el Sr. Cañedo en él y las razones son claras. Con Nacho tuvimos grandes momentos de futbol y títulos en Cruz Azul pero igual con Don Guillermo, Trélles hizo al Zacatepec campeón, con todos los grandes jugadores que conocimos con el equipo morelense.”

     Pero también, ¿no había pensado en Raúl Cárdenas como su técnico?.

     “Es indudable que con Raúl tuvimos en la Máquina, grandes resultados y títulos por igual. Seguro que Cárdenas es uno de los técnicos que más han triunfado  con nosotros pero cuando tuvimos contacto con él, luego de que le aprobaron su permiso para que venga, nos tomó de sorpresa lo que dijo y lo que hizo, porque tomó vuelo con ilusión, con alegría de gusto por ver y convivir con sus viejos compañeros  y él lo que quiere es jugar, no dirigir, porque como técnico se desgasta mucho, dice él y cuando ha visto que puede volver a la cancha delante de sus inolvidables compañeros y amigos de toda la vida como son  Panchito, Roca, Lara, Turcato y compañía, pues quiere formar parte de ese equipo y tiene razón, porque no le vamos a impedir que se de el gran gusto, igual lo estamos haciendo nosotros con esta alegría de volver al futbol. Esto es maravilloso y creo que debemos ser bien respetuosos de los sanos deseos de otras personas, qué caray este es un país demócrata.”

      De acuerdo entonces a lo que vemos, el viejo Nacho Trélles, que cuando llegó a estas tierras traía andadera y le ayudaban a apoyarse pero ahora ha cambiado por completo. Viene jovencísimo a saludar, parece el muchacho que dirigía a Zacatepec en la década de los cincuenta, es un milagro lo que vemos. El mismo está no solamente jovial sino también sonriente. No es para menos. Ahí van los medios con el personaje.

     Caray, Nacho, le dice Angel Fernández, te ves mejor que nunca.

    “Y me siento mejor que nunca, casi como en los tiempos de oro de la juventud, con el deseo de quedarme, siempre que me pueda conservar igual. Ya sé que vienen con las inquietudes de siempre, no he querido hablar durante la etapa de preparación porque estaba esperando a evaluar a todo el equipo y veo que Zacatepec tiene para dar pelea al mejor rival. Es más vamos a regresar al sistema de 3-2-5 que se jugaba en aquellos tiempos. Claro, tendrán sus variantes pero ya verán ustedes que vamos a sorprenderlos, sobra todo ahora que llegó nuestro jugador ideal para tener dominado ese sistema y ese es Raúl Cárdenas, porque es un pistón incansable y porque en un momento dado se puede incrustar como un cuarto defensor o un volante de ida y vuelta. El tiene mucha capacidad. Bueno, ¿qué les voy a decir?. En los años 50 y 60 Cárdenas era de los infalibles en la selección y yo lo veo en gran forma, así que está listo para grandes cosas. Estoy entusiasmado porque veo la calidad de mis jugadores, la forma como dominan el sistema. Ellos tienen bien asimilada la fórmula de circulación de la pelota, movilidad en todos y la paciencia, la perseverancia como virtud principal”.

     Pero Nacho, le dice Fernando Luengas, ustedes recibieron refuerzos muy buenos y seguramente serán de sus titulares.

     “Pues fíjate que no, tal vez los regresemos a la tierra porque el grupo de los veteranos de Zacatepec es muy fuerte y ellos me dicen que tienen gente para hacerlo bien, que no necesitan más elementos. Estamos hablando de Gabriel Núñez, Mario Hernández y Ernesto Cisneros. El único que cayó de pié con este grupo fue Cárdenas, porque es uno de los líderes y es titular fijo.”

     El grupo de periodistas se va haciendo más nutrido. Después de los comentaristas de tv, que son Fernández, Luengas, Marcos, se ha ido fortificando el grupo de narradores radiales con los Calderón, Gustavo I y II,  Roberto González y Alonso Gómez Uranga.

     Ellos rodean a Don Guillermo Alvarez Macías.

    Ya vemos que es mucho el trabajo organizativo, ¿no piensa invitar a Billy para que lo ayude?, al menos mientras que la liga se pone en ebullición.

     La respuesta es inmediata.

   “De ninguna manera, mi hijo Guillermo tiene una gran responsabilidad de la que debe ocuparse las 24 horas en la Cruz Azul, donde ha tenido enormes logros, donde ha hecho un maravilloso trabajo desde que yo vine acá pero donde también quedan muchas cosas por hacer. Me encantaría tenerlo porque sería un tremendo apoyo con su atingencia y dinámica pero no, a él le queda mucho tiempo con los cementeros.  Ratifico que Jorge Marik será nuestro técnico, con Paulino Sánchez como auxiliar.”

     De paso por el vestidor cementero, Jaime de Haro le muestra a Don Guille la inscripción que él mismo ordenó y dice. . .”Honor y lealtad a nuestra patria, valor y nobleza en el deporte.” Todos nos vamos sonrientes.

     De Haro comenta.

  “El vestuario de Zacatepec también tiene ya la frase clásica del Sr. Cañedo que es . . .
–El que se enoja, pierde-

     Mientras los hombres prácticamente huyen del terrible sol, uno se queda multiplicando la ilusión de este futuro inmediato, respuesta maravillosa a una serie de gestiones que duraron mucho tiempo y donde los responsables lograron las concesiones y permisos después de una larga lucha, reivindicada por el deporte, lo que reafirma la alegría del presente.

     Llega ante el periodismo un hombre de bigote, barbas y pelo largo, está agitado y sus palabras apenas se comprenden por el jadeo, porque se le dificulta respirar.

     “Uff, hice un tremendo esfuerzo y no pude alcanzar a Don Guillermo Alvarez Macías, porque quiero presentarme con el señor Marik para entrenar porque creo que merezco un sitio de titular.”
     Pero ya casi están completos, incluso pidieron unos muchachos vivos.

   “Ahí es donde entro yo, no me agrada que vengan a quitarnos nuestros puestos. Yo estoy de acuerdo en que  Peña y Kalimán Guzmán fueron gente importante en el equipo para ganar campeonatos pero yo también y quiero jugar. Porque además ellos están vivos y yo estoy bien muerto desde hace un buen tiempo.”

Miguel Angel Cornero
       ¿Pues quién eres?

     “¿Cómo que no me reconocen?. Soy Miguel Angel Cornero. Me trajo el América a México, concretamente el señor Roca y Panchito Hernández, pero luego me cambié al Cruz Azul donde me sentí tan feliz como en mi patria. Soy el defensor ideal, le diré a Marik. Que Peña y Guzmán se regresen por donde vinieron. Deben seguir aprovechando para vivir lo que les resta de existencia. En cambio Bardomiano Viveros y yo, Cornero, estamos muertos, bien muertos y somos los que debemos jugar como titulares.

    Lo que se domina pues, entienden los reporteros es que éste se ha convertido en el espacio donde habitan los sueños. Si antes del futbol hasta su propia belleza de eterna juventud era maravilla que se veía de soslayo, si eran virtudes que se hacían rutinarias, ahora el deporte ha traído una gran expectativa, salvo exepciones los grandes quieren jugar y ya se están formando otras escuadras para hacer más grande y competitiva la liga.

    Enfrente lo mismo, por eso vemos el desfile de Mario Hernández, Gabriel Núñez y Ernesto Cisneros, que llevan, eso sí, algunos regalos para la familia pero no han podido jugar porque los viejos estrellas morelenses se los han impedido. Trabado de coraje, Cisneros alcanzó a decir, “pues ni que fueran un sindicato. Simplemente iba a jugar el que mejor estuviera”.

Kalimán Guzmán
    Con la llegada de Cornero y todas sus exigencias, se topó con la personalidad de Peña, Del Muro y Guzmán, que le han impedido que haga tanta escandalera y promueva, con sus buenos deseos de jugar, algún movimiento que sea negativo. Fue sometido por el Sr. Alvarez y el buen argentino decidió quedarse para ganar un puesto titular, como debe ser.

     Por otra parte están los silbantes, se ha conjuntado un grupo respetable, con experiencia y calidad, porque al mando están los señores Buergo, Felipe y Fernando, que han venido trabajando fuerte con su gente, donde hemos visto el buen desempeño de Edgar Ulises Rangel, Jorge Alberto Leanza, Arturo Bricio padre, Ramiro García, Jacobo Vela y el recién llegado Marco Antonio Dorantes, con ellos se arma un grupo de gente capáz.

     Don Fernando también se acerca al periodismo.

   “No, muchachos, nosotros estamos comprometidos con los Guillermos (Alvarez y Cañedo) a hacer un gran trabajo, acorde al espectáculo que viene y creo que estamos preprados para ello. Claro que hemos escuchado voces que nos invitaban a buscar compañeros en actividad, como Marco Antonio Rodríguez, Roberto García Orozco y Sanjuampa, aunque a mí personalmente me agradan más el estilo de un Bonifacio Núñez. También gusto de los hijos de Bricio, Eduardo y Arturo II, como de Felipe Ramos Rizo, creo que a ellos les vamos a pedir permiso especial para que vengan a reforzarnos cuando esto cobre un mayor impulso.”

     ¿Quién será el árbitro del partido inaugural?.

   “No puedo darles el nombre todavía muchachos, no quiero que la gente se presione, porque luego los medios comienzan a especular, aunque acá no hay preocupación por vender periódicos pero igual nos lo reservamos”.

      De Haro, que también se encarga de la cuestión comercial, debe tomar decisiones importantes, no cabe duda. Si el estadio se va a abrir al público en general o se hará un recuento de los que sean realmente aficionados. En este caso no habrá abonados pero sí pueden existir los invitados especiales, por ello está preparando una tribuna especial, porque hay demasiadas solicitudes. El futbol conmueve doquiera e incluso este arranque conlleva la expectativa general pero es también la novedad, vaya.

      Hay gente que ha pedido racimos de cinco, diez boletos. Por lo pronto ya están dentro de una gran lista, personalidades de todo tipo. El desfile de la gente se da una y otra vez en taquillas y oficinas del estadio, que por cierto se inaugura el mismo domingo del partido inicial.

       Viene el señor Alvarez.

      “Cierto, ya arrancamos oficialmente el domingo. Será un partido de exhibición entre Cruz Azul y Zacatepec, para dejar listo el escenario al campeonato abierto donde van a competir de manera inicial, ya está decidido con sus dirigentes, los dos equipos ya mencionados, luego vendrán  América, Guadalajara, España y Combinado México. Están pendientes de tomar decisiones, porque no se ha completado el Atlante y el Necaxa de los llamados 11 hermanos pero en eso andan. Los seguros ya están, sin dudas.”

     Es viernes, están terminando las prácticas y los jugadores parecen listos. Se ha citado a conferencia de prensa, donde estarán los técnicos y los capitanes de equipos con los directivos. Allí mismo será presentada la nueva plantilla de elementos que dirigirán esta liga.

     Nadie se sorprende cuando Don Guillermo Cañedo va anunciando a Don Alfonso Estrada como presidente. En ese equipo directriz estarán también Pedro Pons, Joaquín Soria Terrazas y Pedro Portilla, gente muy confiable que ha tenido, en su momento, una trayectoria importante en el desarrollo del futbol mexicano. Son recibidos entre aplausos.

     Cuando llega el turno de los jugadores, de repente se encuentran que hay ciertas diferencias que no han sido aclaradas y eso molesta a la dirigencia (continuará).

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