EL FENOMENO CRUYFF
El Ajax tiene una casaca en blanco con el
pecho hasta la cintura en rojo y es el club emblemático de Holanda, que esperó
muchos años para ver crecer sus ideales y conseguirlos, a través de un modesto
chico que vivía cerca de sus instalaciones, de nombre Hendrik Johannes Cruyff,
a quienes sus amigos le decían “Jopi”, apodado así por su madre. Ese joven
estaba llamado a revolucionar el futbol de su país con el Ajax y su selección
nacional. Ganó todo, triunfó en España como jugador y técnico. Ahora es asesor
del Guadalajara y sigue siendo noticia. Nació para ser figura del futbol
doquiera.
El mundo conoció realmente a Cruyff hasta
1971, cuando el fenómeno holandés hizo ganar a su club la Copa de Europa, lo
que ahora es la Champions y éste truco lo repitió por tres años consecutivos
71, 72, 73, consiguiendo además la Intercontinental en 72. El orbe del futbol
rendía culto a ese joven delgado, de pelo largo y castaño, espigado y blanco,
dotado de una habilidad especial, manejador de los dos perfiles y habitante de
todos los sectores. No un delantero centro, sino un jugador todoterreno, que
con la pelota sabía demasiado, que lo mismo ingresa por las bandas que por el
centro dotado de técnica exquisita y una aceleración brutal.
Cruyff nació en Amsterdam el 25 de abril
de 1947 y entró a la primera con Ajax con solo 17 años, porque era un infante
irresistible en fuerzas básicas. Con este club jugó de 1964 a 1973, ganó varias
ligas y copas junto con las 3 de Europa y desde luego durante sus años fabulosos
con los del pecho rojo, obtuvo el Balón de Oro en 71,72 y 73, lo que ahora es
Messi para que lo entiendan mejor, porque siempre fue un fenómeno, aunque fuera
del terreno nunca fue tan idolatrado por su arrogancia y su carácter subersivo,
que se lo daban sus facultades fuera de serie. Imponía lo que deseaba. Para que
tengan una idea sepan que para el Ajax, en ese tiempo hizo 246 goles.
En 1974 con Rinus Michels de técnico y una
generación de jugadores de primer orden encabezados por Johan, Holanda revoluciona
el futbol en el Mundial de Alemania con el llamado “futbol total” que era el
intercambio de posiciones de los actuantes, que mostraban habilidad para darla
en cualquier sector del campo, dominados por el arte de Cruyff, que venía desde
atrás, organizándolo todo, como un moderno César del futbol. Esa sensación, sin
embargo, no fue suficiente en la final y perdió con el anfitrión Alemania 2-l.
UN MUNDO
NUEVO
Michels se va al Barcelona y exige que los
catalanes compren a Cruyff, lo que se da en la entonces exorbitante suma de
cien millones de pesetas, comprenderán, hace 38 años de ello. Con el Barsa
Cruyff escribe una nueva era y se quedaría ahí para siempre. Es el crack del
Barca y gana el campeonato de arranque, deslumbrando a todo mundo en la 73-74 con
Sadurní en el arco. Luego venían Rifé, Juan Carlos, Costas y De la Cruz. El
medio campo con Torres, Asensi, Rexach. Adelante, Sotil, Cruyff y Marcial. De
1973 a 1978 Johan encandila a España y a Europa con el Barcelona.
Pero este hombre no es simple de tratar.
Es altanero, arrogante y constantemente se le escapan frases hirientes para su
entorno, el cual se hace intolerable por eso se marcha a Estados Unidos, a los
31 años, después de 184 partidos de azulgrana y marcar 51 goles pero muchísimos
más que fabricó. Irrumpe en Los Angeles, con el Aztecas y luego con Washington
Diplomats pero aunque triunfa, el ambiente americano y su liga incipiente no
satisfacen al ambicioso Cruyff, que se vuelve a Europa con el Levante en 1981,
que no le ofrece mucho.
Holanda está ideal para regresar. Veterano y cansado, Johan se da tiempo
para estelarizar momentos con su querido Ajax 1981-1983 y cuando va de salida
una oferta irresistible del Feyenord, su gran rival le convence y lo hace
campeón en 1984, con 37 años encima. Ahí se retira como jugador con números
maravillosos, 661 partidos y 365 goles, además el premio inigualable de haber
sido nombrado por FIFA como el “Mejor jugador del Siglo XX” en 2004.
LA
REVOLUCION
Cruyff se queda largo tiempo en Holanda y
Ajax lo pesca para que sea su técnico, donde gana terreno en esos niveles y se
muestra a Europa como un estratega que sabe ganar títulos, por eso Barcelona lo
lleva a filas para instalar una nueva era azulgrana en la etapa de Miguel Angel
Núñez como presidente, es el tiempo del llamado “Dream team”, porque ese Barsa
vuela en su etapa de 1998 a 1996 ganando cuatro títulos consecutivos de liga
con un equipazo maravilloso es titulado en 1991, 1992, 1993, 1994. La clave de
ese equipo era la rotación de sus jugadores con una defensiva de tres hombres,
que adoptaba grandes riesgos y un medio campo muy poblado con Guardiola,
Bakero, Amor y Laudrup, con Beguiristáin y Stoichkov por las punta, con Julio
Salinas al frente. Abajo venían Ferrer, Koeman, Nando y el arquero era
Zubizarreta. En esa etapa pasaron grandes astros por ahí, incluyendo a Romario,
que hizo 30 goles en la 93-94, otros como Juan Carlos,, Julio Alberto, Nadal,
Eusebio, Busquets, Oscar, Roger, Cristóbal, Alexanko, Witschge, Serna, Alfaro,
Soler, Maqueda y otros.
El gran momento de ese equipo vino el
estadio Wembley en 1993, cuando Barcelona bate 1-0 a la Sampdoria en la final
de la Champions, con gol de Koeman en tiro libre magistralmente ejecutado. Ya
antes en 1991 había sufrido un infarto, por fumador excesivo, así que está
señalado. Cruyff es un fenómeno en todo aspecto, que como jugador es de lo más
grande visto y como técnico es un triunfador pero como persona siempre ha
chocado con todo tipo de gente de futbol. Si nadie lo ha procurado, sale a dar
opiniones y descalificar en los medios a cualquiera para destacarse. Son sus
maneras de hablar, de modificar, de cambiar formatos.
Hoy, ya sin fumar, pero con el fantasma del
infarto muy cerca y a los 65 años, Johan tiene su despacho de asesorías y desde
febrero de este año lo es del Guadalajara, lo que debe costarle una dineral a
Vergara. Impone condiciones y al técnico Van´t Ship en vías de rehacer la
gloriosa institución. Porque Cruyff siempre será noticia, nació para ello. Es
de esa clase de fenómenos que de vez en cuando bajan del cielo, quienes lo
vimos en pleno siempre quedaremos con la imagen de su pelo al aire, su cuerpo
delgado y espigado como una garza, cabeza levantada, mirada de águila, piernas
de vedette y agilidad de mariposa, con regate elegante, manejo de dos perfiles
y habilidad para destroncar a cualquiera, con cambio de velocidad y valentía
para encarar, con gol, con ambición, con
un talento singular. Eso era Cruyff.
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