viernes, 27 de julio de 2012

El Destino del SANTOS LAGUNA


            El monstruo más grande en materia de producción cervecera del mundo está situado en una

población de Bélgica llamada Lavaino. Esta empresa mayúscula, ha ido comprando a los principales -

fabricantes en el mundo y está presente en todo el orbe, por lo tanto. Produce el 25% del total bruto

por año y obtiene ingresos por encima de los 20 mil millones de euros. Está dando ocupación a 120 mil

personas en 30 países y se llama ANAUSER-BUSH, conocida mejor como AB-InBev.


          Bien, hace un par de meses esta supermarca adquirió al famoso Grupo Modelo de México en unos

20 mil millones de dólares y de inmediato, al menos en el nivel deportivo local, se hicieron largos los gritos

especulativos respecto del futuro inmediato de Santos. El escueto comunicado de los dirigentes fue en el

sentido de "no pasa nada, todo seguirá como está". Sin embargo, al paso del tiempo y de acuerdo a los

manejadores de la información bursátil, las voces de los que saben se inclinan hacia la incertidumbre

primero pero luego hacia la venta del club a un futuro pertinente.

         ¿A quiénes y cómo?. Eso sería materia por explicar. Lo cierto es que con las nuevas instalaciones

de estadio y canchas adyacentes, esa institución no puede navegar por otros derroteros y deberá quedar

en su casa eterna, porque no se puede llevar todo en un camión de mudanza. Lo bueno sería que los

señores que lo dirigen tomaran el micrófono y anunciaran lo pertinente para terminar con la especulación

de una buena vez porque esta afición merece que se le de el mejor trato posible, puesto que no se trata de

cualquiera, es el equipo campeón y es el conglomerado lagunero que siempre le apoya, a quien deben

informar adecuada y formalmente, lo más pronto posible. Por sí o por no.

         Lo ideal sería estar arropado por una superempresa como ésta pero si no, hay que decirlo claramente.

1 comentarios:

César Tovar dijo...

Excelente apunte. Los mercados, quienes dominan el mundo y a nosotros, no entienden de pasiones, menos de una tan superflua como suele ser el futbol entre la gente de cuello blanco y corbata italiana.
Un abrazo, padre

30 de julio de 2012, 16:09

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